Según un nuevo estudio llevado a cabo de manera conjunta por la Universidad Estatal de Oregon, Nebraska y Florida, el consumo moderado de vino, uvas y mosto puede prevenir la acumulación de grasa en el hígado.
Los resultados obtenidos apuntan al ácido elágico, un compuesto presente en las uvas y el vino, como clave a la hora de ayudar a mejorar la salud en las personas con enfermedad por hígado graso.
El hígado graso, benigno durante años, puede llegar a terminar en la inflamación del hígado, enfermedad ligada a la obesidad. Por ello el estudio realizado por las diferentes universidades esta orientado en este aspecto.
El ácido elágico es un polifenol y antioxidante que se encuentra en las uvas resultó ser particularmente eficaz para rebajar los niveles de glucosa en sangre. Otro de los datos curiosos, además de ser toda una ventaja, que arroja este estudio es que los niveles de grasa en el hígado comienzan a bajar rápidamente tomando pequeñas dosis.
El mosto tiene una mayor concentración que el vino de ácido elágico, sin embargo el roble también tiene esta sustancia por lo que los vinos envejecidos en barricas de roble pueden tener niveles más altos.
El ácido elágico, presente en las uvas, las nueces o fambruesas, ayuda en la eliminación de grasa en el hígado y ayuda a la reorientación de la grasa corporal, pero no significa que sea una solución para bajar de peso.